domingo, 8 de enero de 2012

ENSAYO.....¿POR QUE DECIDI SER DOCENTE?

Fueron diferentes circunstancias que me llevaron a elegir la docencia como carrera profesional. Esto se enlaza con la idea de Tenti (1999 p.184-185) donde se le adjudica al hecho de ser maestro una fuerza mística, es decir, el resultado de un proceso complejo donde intervienen múltiples determinaciones sociales e individuales.
Recuerdo que desde pequeña a mí me gustaba jugar con mis hermanos y primos a la escuelita y yo ser la maestra, considero que de ahí nació mi vocación por esta carrera, ya que me preguntaban que quería ser de grande y yo decía, ¡Quiero ser maestra! Esta idea se vincula con la perspectiva de que la familia constituye el primer transmisor de pautas culturales y educativas, ya que busca que sus hijos adquieran una cosmovisión fundamental, dentro de la cual vayan integrando el resto de los logros que conformarán paulatinamente su personalidad. Martínez (1984 p.84).
En algún momento de mi vida, cruzo por mi mente elegir ser aeromoza o abogada, pero diferentes decisiones y hechos me hicieron desertar de esta idea.
Otra de las razones para tomar esta decisión, fue que gran parte de mi familia se dedica a esta profesión, y al verlos laborar y realizar su trabajo con tanta dedicación y gusto, me hizo comprender que estaba tomando la decisión correcta. Esto se relaciona, cuando se dice que es verdad que ninguna persona se forma a través de sus propios medios, es necesario tener mediaciones sociales. Ferry (1990 p.43).
Aún recuerdo, cuando estaba cursando el tercer año de secundaria, y se acercaban los exámenes de admisión para educación media superior, tenía que decidir en cual de ellas iba a estudiar, así que opte por elegir como mi primera opción la Escuela Preparatoria Anexa a la Normal de Cuautitlán Izcalli, porque era lo más optimo para ingresar a la Normal.
En ese tiempo, tuve la oportunidad de trabajar en una Estancia Infantil, donde tuve gratas experiencias con los pequeños, que me ayudaban a definir cada vez más mi vocación. Por eso se dice, que en la elección de la docencia como profesión, uno de los factores que influye en la decisión del individuo, es el gusto por convivir y trabajar con niños, el deseo de propiciar aprendizajes, de someter a prueba conocimientos, de transmitirlos, de construirse en guías en el proceso de enseñanza. Ibarrola (2007 p.33).
Al concluir la preparatoria seguí con la misma convicción de estudiar la Licenciatura en Educación Preescolar, así que realice los exámenes de admisión a la Escuela Normal de Cuautitlán Izcalli y  a la Escuela Nacional para maestras de Jardines de Niños (ubicada en San Ángel Inn, D.F), por fortuna fui aceptada en las dos escuelas, algo que me dio mucha emoción y una gran satisfacción personal.
Después de consultarlo con mis padres, al ver mis planes y propósitos sobre la carrera, elegí la Escuela Normal de Cuautitlán Izcalli porque la institución está más cerca de mi domicilio y me gusta el tipo de formación que se imparte en esta.
En este momento me encuentro cursando el primer semestre de dicha licenciatura, han sido muchos sentimientos, emociones y hechos que han transcurrido, uno de ellos fue que al ingresar a la institución nos avisaron que ya no iban a ser 4 años de carrera profesional, sino que por distintas necesidades educativas se aumentaba a 5 años el grado de Licenciatura.
En lo particular esta idea no me pareció muy grata al principio, pero después me di cuenta que este hecho seria para bien ya que tendríamos una formación más completa con conocimientos de Inglés y Computación.
Durante este tiempo, también llegue a pensar, si esta era la decisión correcta y si en verdad era lo yo quería estudiar.
Al conocer más de la formación que se me va a impartir y la responsabilidad que adquiría al ser docente, supe que si era esto lo que yo deseaba y es a lo que me quiero dedicar la mayor parte de mi vida, dando lo mejor de mí, siendo una maestra responsable, eficaz y competente para formar niños capaces, autónomos y con valores para que se desarrollen fructíferamente en sociedad.
Esto se relaciona con la idea, de que los propósitos de la educación preescolar deben concentrarse en el desarrollo de las competencias intelectuales, en la capacidad de aprender permanentemente, y en la formación de valores y actitudes, que permitan avanzar en la democratización social, haciendo sustentable el desarrollo humano. PEP (2004 p.15).  
Coincido con la perspectiva de Navarrete (2004 p.13) de que en esta profesión se presta un servicio a la comunidad, tal vez no reconocido la mayoría de las veces, pero tendría la satisfacción de forjar con mis propias manos, el futuro de México.
Por consiguiente, considero que la educación es un pilar fundamental en la formación y desarrollo de un individuo. Por esta razón, se dice que los profesores somos los protagonistas en el proceso educativo, que de la educación que nosotros impartamos depende el desarrollo económico, político y social del país. Ibarrola (2007 p.26).
Sé que queda mucho camino por recorrer, que la enseñanza es un proceso complejo en cual se necesita una formación continua, una relación integral con los alumnos y la elaboración de estrategias didácticas para el proceso educativo, ofreciendo un servicio de calidad. Por lo tanto, se menciona que la enseñanza por conjunto de tareas consiste en tres fases: Preactiva: Aquella donde se idea el método de enseñanza, Interactiva: Se encarga de la interacción maestro- alumno en el proceso de aprendizaje y Postactiva: En la cual se evalúan los aprendizajes obtenidos por el alumno, para su posterior corrección. Saint (1997 p.57).
Sé que esta profesión me dará muchas experiencias buenas y malas, pero tendré que aprender de cada una de ellas, para ser mejor día a día, propiciando en los niños el interés por aprender, apoyándolos para que tengan una escolarización exitosa, estando consiente del compromiso que he adquirido de la profesión.

REFERENCIAS

·         Ferry, G. (1990). El trayecto de la formación. El enseñante entre la teoría y la práctica. México: Paidós. pp.43
·         Ibarrola, M. (2007). Aprendices de maestros. México: Pomares. pp.26, 33.
·         Martínez, M. (1984). Las agencias de socialización. México: Santillana. pp. 84.
·         Navarrete, A. (2004). Mi primera experiencia docente. México: SEP, Zacatecas. pp. 13.
·         SEP. (2004). Programa de Educación Preescolar. México: SEP. pp. 15.
·         Saint, M. (1997). La competencia de los profesores. México: Bilbao. pp. 57.
·         Tenti, E. (1999). El arte del buen maestro. México: Pax. Capítulo 2, contradicciones iniciales. pp.184-185.